Acontecimientos importantes de nuestra historia sucedieron en la fecha del 4 de febrero, siendo de todos ellos quizás el más importante, el nacimiento del Mariscal Andrés Avelino Cáceres, ocurrido en Ayacucho en el año de 1833.
El llamado “Brujo de los Andes” fue héroe de la Campaña de La Breña durante la Guerra con Chile, y dos veces Presidente Constitucional de la República, entre 1886 y 1895. Aparte de sus hazañas militares, es recordado por haber reorganizado la economía nacional tras el conflicto del Pacífico, por descentralizar las rentas del estado, por impulsar la explotación de petróleo, y por lograr una solución al problema de la deuda externa, vía el Contrato Grace.
De otro lado, el 4 de Febrero de 1846, el Presidente Ramón Castilla aprobó el primer Presupuesto General de la República, un balance de los ingresos y gastos del Estado peruano, y que desde entonces constituye una herramienta fundamental para el ordenamiento económico del país. Coincidentemente, en la actualidad el Ministro de Economía tiene el mismo apellido que el ex Presidente.
En 1846, el mismo día, Miguel Grau Seminario fue nombrado Comandante del Monitor Huáscar. El buque de guerra más famoso de nuestra historia fue construido en el Reino Unido en 1864, pocos años antes de la Guerra del Pacífico. Tras una serie de hazañas navales, fue capturado en 1879 por la armada chilena, que lo ha restaurado y lo mantiene como un museo naval. El país sigue esperando su devolución.
El 4 de Febrero de 1914, el Coronel Oscar R. Benavides encabezó un golpe de estado contra el Presidente Guillermo Billinghurst, que lo había destituido de la Jefatura de Estado Mayor del Ejército. Benavides gobernó durante dieciocho meses, enfrentando el problema de La Brea y Pariñas, y convocando a elecciones, en las que resultó electo José Pardo, que lo nombró observador de la Primera Guerra Mundial y luego Ministro Plenipotenciario en Italia.
Finalmente, en la misma fecha del año 1924, nació en Lima el ensayista, poeta, periodista y dramaturgo Sebastián Salazar Bondy, autor de importantes obras que realizaron una fuerte crítica social y de reflexión de la realidad, muy vigentes aún hoy en día.
Sus contribuciones más destacadas a la literatura peruana fueron los artículos bajo el nombre de Estampas Limeñas (1942), los poemarios “Rótulo de la Esfinge”, “Voz desde la Vigilia”, “Confidencia en Alta Voz”, y “El Tacto de la Araña”, el ensayo “Lima la Horrible”, que ha visto varias ediciones, la comedia “El Fabricante de Deudas”, y los dramas “Rodil”, “No hay Isla Feliz” y “Flora Tristán”, además de la adaptación de “Ollantay” en colaboración con César Miró.
Los Puntos sobre las Jotas 